Jenny y Jim Mulholland, una historia felina del Titanic
6 de mayo de 2025
6 de mayo de 2025
Aunque el hundimiento del Titanic ha sido contado desde muchos ángulos, existen relatos menores que, envueltos entre la realidad y la leyenda, aún capturan la imaginación. Una de esas historias es la de Jenny, la gata del Titanic, y Jim Mulholland, un joven fogonero cuya vida pudo haberse salvado gracias al misterioso instinto de una madre felina.
Jenny era una gata atigrada adoptada por la tripulación durante la construcción del Titanic en los astilleros de Harland & Wolff en Belfast. Como era costumbre en los barcos de la época, Jenny tenía una función práctica: mantener bajo control a los roedores que infestaban las bodegas. En los días previos a la partida del Titanic, Jenny dio a luz a una camada de gatitos. Fue trasladada a la cocina del barco, donde se le preparó una caja para criar a sus cachorros con tranquilidad.
Entre quienes la cuidaban estaba Jim Mulholland, un joven fogonero que trabajaba en las calderas del barco. Jim se encariñó con Jenny, y según se cuenta, le ofrecía sobras de comida y vigilaba que tanto ella como sus crías estuvieran bien. Su relación era simple, cotidiana, como muchas que surgen en los entornos cerrados de una tripulación en alta mar.
Cuando el Titanic atracó en Southampton para recoger pasajeros antes de su viaje inaugural, Jenny mostró un comportamiento extraño: comenzó a sacar a sus crías del barco, una por una, y desapareció tierra adentro. Mulholland, al ver esto, lo interpretó como una advertencia o mal augurio. Conmovido por lo que consideró un acto guiado por el instinto, tomó una decisión inusual para un miembro de la tripulación: abandonó el barco antes de que zarpara.
El 15 de abril de 1912, apenas cinco días después de su partida, el Titanic se hundió en las gélidas aguas del Atlántico Norte tras colisionar con un iceberg. Más de 1,500 personas perdieron la vida. Mulholland no fue una de ellas. Aunque no existen registros oficiales que confirmen toda la historia, la leyenda de Jenny y su silenciosa advertencia ha sobrevivido al paso del tiempo. Es un relato que nos recuerda que incluso los actos más sencillos, como el de una madre protegiendo a sus crías, pueden tener un profundo impacto.
La historia de Jenny y Jim Mulholland, entre el mito y la memoria, nos recuerda que incluso los gestos más sencillos, como seguir el instinto o prestar atención a la naturaleza, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En medio de una tragedia colosal, esta pequeña anécdota aporta una mirada íntima y humana a la historia del Titanic.
Bibliografía:
Eaton, John P., & Haas, Charles A. Titanic: Triumph and Tragedy. W. W. Norton & Company, 1994.
Lord, Walter. A Night to Remember. Henry Holt & Co, 1955.
Recursos adicionales:
Titanic Historical Society: https://www.titanichistoricalsociety.org/
Encyclopedia Titanica: https://www.encyclopedia-titanica.org/
Museo Marítimo de Belfast: https://www.titanicbelfast.com/