Jardines colgantes, entre mito y maravilla
16 de junio de 2025
16 de junio de 2025
Los Jardines Colgantes de Babilonia han fascinado a generaciones como uno de los símbolos más poderosos del esplendor y la sofisticación del mundo antiguo. Atribuidos a Nabucodonosor II en el siglo VI a.C., estos jardines legendarios son considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Aunque su existencia aún es objeto de debate, su mito ha perdurado como reflejo del ingenio humano, el lujo imperial y la relación entre poder, arquitectura y naturaleza. Su legado sigue influyendo en el urbanismo y el paisajismo contemporáneo.
Babilonia, situada en la región de Mesopotamia (actual Irak), fue una de las grandes ciudades de la Antigüedad. Durante el reinado de Nabucodonosor II (604–562 a.C.), la ciudad alcanzó su máximo esplendor. Los Jardines Colgantes habrían sido construidos como un gesto de amor hacia su esposa Amytis, originaria de una región montañosa. Su propósito habría sido recrear los paisajes verdes de su tierra natal en un entorno desértico.
Según descripciones antiguas, los jardines consistían en terrazas escalonadas sostenidas por columnas y arcos, que permitían una disposición vertical de la vegetación. Se presume que se utilizaban sofisticados sistemas de irrigación, quizás con norias o cadenas de cubos impulsadas manualmente, para elevar el agua desde el Éufrates. Esta concepción anticipa los jardines verticales modernos y destaca la conexión entre naturaleza y urbanismo en condiciones extremas.
Las referencias a los jardines provienen de historiadores como Beroso, Estrabón y Filón de Bizancio, pero sorprendentemente no se han hallado pruebas arqueológicas concluyentes en Babilonia. Algunos investigadores han propuesto que en realidad los jardines estuvieron en Nínive, bajo el reinado de Senaquerib. La falta de evidencias materiales genera un interesante debate entre mito, historia y simbolismo.
A pesar de su incierta existencia, los Jardines Colgantes han influido en el arte, la literatura y la arquitectura. Su imagen ha inspirado desde jardines palaciegos del Renacimiento hasta proyectos ecológicos modernos como jardines verticales urbanos, techos verdes o murales vegetales en megalópolis. Representan el sueño atemporal de integrar la naturaleza en espacios urbanos y el deseo humano de dominar y armonizar con el entorno.
Los Jardines Colgantes de Babilonia, reales o no, simbolizan la aspiración humana de belleza, poder y sostenibilidad en medio de la adversidad. Su eco en el presente se percibe en la arquitectura bioclimática, el diseño sostenible y la necesidad de espacios verdes en nuestras ciudades. Más que una maravilla perdida, se han transformado en una idea persistente que continúa floreciendo en el imaginario colectivo y en las soluciones urbanas del futuro.
Dalley, Stephanie. The Mystery of the Hanging Garden of Babylon: An Elusive World Wonder Traced. Oxford University Press, 2013.
George, Andrew R. The Babylonian Gilgamesh Epic: Introduction, Critical Edition and Cuneiform Texts. Oxford University Press, 2003.
Oppenheim, A. Leo. Ancient Mesopotamia: Portrait of a Dead Civilization. University of Chicago Press, 1977.
Boardman, John et al. The Cambridge Ancient History. Cambridge University Press, varias ediciones.
Documental BBC: Ancient Worlds – Episode 2: The Age of Iron
Artículo de National Geographic: Jardines Colgantes de Babilonia – Realidad o mito?
Smithsonian Magazine: Searching for the Hanging Gardens
Jardines verticales en arquitectura moderna (Green Walls)